La supervisión técnica de obra o fiscalización de obra, como se le denomina en Ecuador, es la actividad de apoyo, coordinación y vigilancia sobre un proyecto y/o construcción determinada para que se ejecute de manera satisfactoria cumpliendo con los requisitos y especificaciones de su expediente técnico, en el plazo pactado y con los costos presupuestados. Por tanto la supervisión es fundamental en todo proyecto de construcción. Dicha función se realiza en dos ámbitos:
-
En el sector privado: El propietario o cliente determina a su supervisor según sus necesidades y se formula en un contrato privado.
- En el sector público: El Estado o gobierno determina a su supervisor según las normas vigentes. Se formula en un contrato administrativo y público.

Para llevar a cabo este cometido se necesita del cargo de supervisor o fiscalizador, quien es el representante de la entidad contratante o cliente, y en términos generales tiene tres funciones principales:
-
Control Técnico: Cumplimiento de especificaciones técnicas en materiales, calidad de la obra, rendimientos, procesos constructivos, planos de diseños, etc.
-
Control económico-financiero: Planillas, adelantos, garantías, costos del proyecto, etc.
-
Control Contractual: Asunto administrativo legal, plazos, documentación, etc.
Es la actividad de verificación, apoyo, coordinación y vigilancia sobre un proyecto y/o construcción determinada para que se ejecute de la manera más satisfactoria, cumpliendo con los requisitos y especificaciones de su expediente técnico, en el plazo pactado y con los costos presupuestados.